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domingo, 31 de agosto de 2014

El chavismo aunque se vista de oposición, siempre será comunismo




El chavismo aunque se vista de oposición, siempre será comunismo

En los últimos años en Venezuela, es indudable el hecho que el socialismo, en sus diversas y todas nocivas variables, ha permeado todas las estructuras de la sociedad. Todo este proceso de destrucción se ha visto de manera acelerada desde el año 1998 hasta el presente. Y no es casualidad. Desde la Conferencia Comunista de Bruselas de 1927 en la cual tomó parte Gustavo Machado, se dictaron las líneas a seguir para convertir a Venezuela en la caja chica y cabeza de playa del comunismo internacional. Luego, las diferentes intentonas de la izquierda por llegar formalmente al poder, desde los tiempos de la Generación del 28, grandes pilares del comunismo, todas tuvieron como objetivo seguir los dictados, primero del Politburó de Stalin y luego de Fidel Castro, y arrodillar a Venezuela ante el marxismo internacionalista. Primero por la  vía armada,  la mano de Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez, Douglas Bravo, Alberto Carnevale, Alí Rodriguez Araque, los Soto Rojas y una cantidad inmensa de guerrilleros traidores a la Patria a quienes les fue otorgada, gracias a un grupo grande de intelectuales ideológicamente cómplices, un aura romántica de “luchadores por la Libertad” cuyo fin era castrarla instaurando el comunismo a punta de fusil. 
Como todo virus, como toda infección propia de las sociedades, el comunismo mutó y cambió su estrategia, llegar al poder por vía electoral. Para ello se valieron de gobiernos social demócratas y social cristianos asesorados y dirigidos ambos por comunistas reformistas  y ortodoxos, cuyos programas de gobierno y medios de propaganda fueron implantando inadvertidamente en la psiquis y conciencia del venezolano promedio el culto al facilismo, a la inmoralidad, al deshonestidad, la impunidad y la mediocridad y su producto fue Hugo Chávez y ese  infame chiripero del MAS que apoyo a ese comunista burgués llamado Rafael Caldera y que posteriormente, en parte, fue el MVR y ahora el Psuv. La otra parte de ese movimiento al socialismo simplemente le hizo “oposición” a la Tiranía calificándola como democracia, avalando y legitimando la destrucción la misma. No hay diferencia entre perros y tucanes, aunque vestidos de naranja, todos son marxistas.

Y así llegamos a este 2014, año en el cual en apariencia, el país toma algo de conciencia sobre el problema ideológico, y se comienzan a escuchar nuevas voces. Lastimosamente, algunas de las mismas son descendientes ideológicos de esos comunistas que tanto daño le han hecho a Venezuela. Tenemos a este personaje llamado Julio Coco, un  muchacho  que no ve con malos ojos la presencia de cubanos en nuestra Patria y quizás por ello aplaudió cuando Capriles les ofreció cedula de identidad y nacionalidad venezolana a quienes han sido parte activa de ese método de espionaje y control social ideado por los Castro y aplaudido por los pioneritos llamado  las Misiones. 
Este elemento comunista, pleno de retórica barata y dialéctica decadente, formado por Bandera Roja en la ideología marxista leninista, partido dirigido por Gabriel Puerta Aponte, una de las principales fichas históricas de Fidel Castro y de donde salieron otras joyas del marxismo como Carlos Melo y Elías Jaua, no es muy diferente a otros exponentes de Causa R, partido obrerista de corte troskista, que durante el año 1992 en la oportunidad de la fundación del infame Foro de Sao Paulo envió a Pablo Medina en su representación en lugar de Froilán Barrios, orden expresa de Fidel a uno de sus principales embajadores en Venezuela desde siempre, Alí Rodriguez Araque, y de donde sale el actual presidente de “Fedeñangaras” llamado Jorge Roig, que aplaude cada vez que Maduro amaga con suavizar algunos controles ya que los socialistas adoran la economía controlada.
Lo que resulta sin dudas ridículo y nocivo a la vez es elevar y aplaudir a exponentes de esa ideología criminal llamada comunismo y pretender que estos sean los heraldos de una lucha de corte ideológico contra una tiranía comunista. Sin dudas es ridículo, incoherente y sobre todo cómplice.

Por todo ello, el comunismo aunque se vista de oposición, siempre será chavismo. En Latinoamérica, lo admitan o no, todos los caminos del socialismo desembocan en Fidel Castro. 
Al día de hoy, nuevas voces emergen planteando una alternativa válida y coherente desde el punto de vista ideológico para enrumbar el País, apelando al legítimo, pétreo e inmanente Derecho Natural a la Rebelión contra la Tiranía. Los invito a escuchar ese mensaje que nos da luces y herramientas. Hay que terminar de erradicar este cáncer ideológico que nos mantiene encadenados a la esclavitud si realmente queremos Libertad.

31/08/14
Jorge Rojas Riera
C.I. 11307974
Ex Preso Político de Hugo Chávez