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lunes, 17 de julio de 2017

Breve nota sobre el plebiscito



Breve nota sobre el plebiscito

Nuevamente la sentencia “Quiero salir del chavismo pero la oposición no me deja”, dicha por Noel Leal una noche de aquel lejano noviembre de 2002 en la Plaza Francia de Altamira cobra dramática vigencia.


Hoy lunes 17 de julio de 2017, un día después del plebiscito propuesto por la Mud para: 


-Rechazar democráticamente la instauración institucionalizada y legal de la tiranía comunista  (pregunta 1).

- Demandar a lo que queda de la FFAANN que haga lo que es su Deber ante el totalitarismo, cosa que la Mud siempre,  durante años, saboteó y delató (pregunta 2).

-Para promover  la convivencia entre factores de liderazgo que han sido ejecutores directos y cómplices necesarios de esta tragedia, para así perpetuar al chavismo sin Chávez (pregunta 3)


escuchamos de boca de quienes recibieron el aval de más de 7 millones de votos para ser una mayoría inoperante en la Asamblea Nacional, y el día de ayer recogieron más de 7 millones de firmas, que si el piso no eran 11 millones de las últimas no hay hora  0, que lo mejor  es esperar bondad y rectificación de un tirano comunista y sanguinario - heredero directo del anterior comunista traidor a su patria- que dirige un narco estado que concluyó la entrega total de nuestra Soberanía a Cuba y nuestras riquezas a China, Rusia e Irán,  y que el próximo objetivo son las elecciones regionales.


Señores de la sociedad civil, quienes se organizaron de manera grandiosa y dieron una vez más muestras de civismo y confianza ¿No tienen ustedes autoestima? ¿Carecen de amor propio?  ¿No se cansan de hacer siempre lo que les pide una dirigencia que siempre termina negociando con la tiranía? ¿No sienten respeto por los muchachos presos y asesinados de la Resistencia que dicen apoyar? ¿No quieren a sus hijos? ¿Qué clase de país le están dejando a sus hijos siguiendo directrices y estrategias que siempre terminan  legitimando “democráticamente” al comunismo? ¿Van a seguir dando aval al colaboracionismo?


¡Por favor! Estamos ya a las puertas de 20 años de socialismo a máxima revolución, ya es hora de madurar políticamente y entender que hoy por Venezuela no existe como País, y que lo hay que hacer es extirpar al comunismo, y reconstruir a Venezuela desde las ruinas. 


¿Propuestas? Siempre ha habido, las hay actualmente, son esas voces que señalan claramente la complicidad ideológica y vínculos comerciales entre “gobierno y oposición”. Esas voces indican a cara descubierta y con palabras claras, los males y las curas, mostrando una opción diferente y sana que desemboca en un Rumbo cuyo norte es la Libertad. 


El tiempo corre y la destrucción avanza, y el tiempo límite cada vez se avizora más próximo.

Se trata de la Libertad, no de la falsa noción de democracia que tiene todo aquel que llamó y sigue llamando a vestir de “democracia” la tiranía, a través de elecciones fraudulentas y debates ridículos y bizantinos sobre cual socialismo es mejor.


Sé que puedo terminar siendo redundante, pero el mensaje es tan básico que si todavía no se entiende, pues habrá que insistir en el mismo, hasta que entiendan, o hasta que mueran junto a Venezuela, hundidos en el pantano en el que el socialismo la transformó.



P.D.  La comunidad internacional sólo va a repetir lo que diga la “oposición” formal. Apoyando otra estructura, esta crecerá y su mensaje, que es la voz de cada ciudadano que grita realmente la palabra Libertad, será al fin escuchada y apoyada.



Jorge Rojas Riera


Ex Prisionero Político de Hugo Chávez

viernes, 26 de mayo de 2017

Buscar la vida



Buscar la vida
Una nación es grande en la medida en la cual la suma del amor propio que tiene cada ciudadano hacia sí mismo resulta en ese amor por los símbolos, tradiciones y principios que hacen a un país fuerte.
Venezuela tuvo todo para ser grande entre las naciones grandes, en su lugar, se optó por seguir el banal camino del facilismo, ese cáncer llamado viveza criolla, y se siguió la senda marcada por partidos políticos socialistas que produjeron las condiciones para la llegada de su pariente cercano, un sistema comunista. Pudo haber sido una sociedad honorable y virtuosa que conquistara la Libertad. En cambio eligieron ser un pueblo que suplica por comida, con las excepciones del caso.
Al día de hoy, mayo de 2017, el país casi en pleno se encuentra alzado en protestas, cuyo fin no es otro sino acabar con la tiranía y lograr la Libertad, y nuevamente, como en las anteriores olas de protestas de los años previos, la “oposición” oficial, antes Coordinadora Democrática y ahora MUD, maniobran para apagar esa llama y volver a encauzar a los venezolanos en el “carril democrático”, dándole estabilidad y legitimidad política a una revolución que no merece otra cosa sino llegar a su final.
Cuando escribí mi Manifiesto de mi emancipación de la sociedad hace poco más de 3 años, ya en mi fuero interno preveía que  en algún momento dejaría mi país. Al poco tiempo, a inicios de 2014,  estallaron las protestas de una salida que fue traicionada desde el inicio por la entrega negociada de los mismos convocantes, quienes reeditaron la misma traición que vivimos quienes tuvimos parte en las primeras olas de protestas contra Chávez, acaecidas entre 2002 y 2005, tiempo en el cual acaté el llamado al Derecho Natural traducido en el artículo 350 de la constitución acompañando a los oficiales que se declararon en Desobediencia Legitima en la Plaza Altamira contra un gobierno tiránico de corte comunista, lo cual, debido a la indolencia de una adormecida sociedad y la traición que vistió de democracia al comunismo, me trajo como consecuencia persecución, tortura y cárcel entre 2003 y 2004 . En este 2014 me activé nuevamente, esta vez con la experiencia de los años y experiencias vividas, buscando ayudar en todo lo que me fuera posible a esa juventud guerrera, generación de relevo, de quienes fuimos traicionados y hasta injustamente apresados y torturados por ordenes de Chávez en aquellos mencionados años transcurridos entre 2002 y 2005.
El temido Deja Vu otra vez se hizo real, y se negoció nuevamente la  lucha en las calles mediante un dialogo y  unas elecciones parlamentarias cuyos resultados saltan a la vista en este 2017, donde nuevamente, el ciclo del eterno retorno de la traición socialista le entrega democráticamente el país al comunismo.
Dije basta, había llegado mi hora de buscar otros destinos, otros horizontes. Había llegado el momento de buscar otra vida.
Dejé Venezuela, mi país de origen, como consecuencia de la situación político social actual, una mezcla de populismo izquierdista y falta de amor propio nacional que derivó en la toma del poder de un grupo de criminales que utilizan el socialismo como arma. Con esta arma han torturado, secuestrado y matado un país, reduciéndolo a una suerte de tierra anárquica, de tribus enfrentadas entre sí que luchan apenas por su supervivencia, sin lograr muchos entender aun que solo cerrando filas contra el socialismo podremos encontrar la senda que nos conduzca hacia la Libertad, de la mano del orden y el progreso.
Deje Venezuela, la dejé antes que llegara ese momento en el  cual, con todo el dolor de mi alma, sintiera desprecio por todo eso en lo cual el socialismo transformó a mi tierra.
Dejé mi país al entender que ya no era posible para mí seguir dando todo lo que he dado en la labor de buscar un despertar de una sociedad que al día de hoy insiste  en mentirse. Despertar este que a estas alturas resulta tardío, según mí entender.
Dejé Venezuela, y allí quedan mis pocos amigos, compañeros de lucha, mis hermanos de la vida, seres Nobles con quienes compartí y comparto principios, valores e ideas, con quienes viví momentos de disfrute y episodios trágicos. Amigos con quienes nos unen lazos muy fuertes que solo se entienden a través de los ojos de los guerreros que ven sangre derramada, que curan sus heridas unos a otros, que recogen a sus heridos, que lloran a sus muertos, y que se hermanan a través de la confianza a toda prueba. 
Pero también la dejé con la esperanza de poder regresar algún día y contribuir de acuerdo a mis capacidades en su reconstrucción.
Dejé Venezuela, y llegue a estas tierras altas de la Madre Patria. Su paisaje y su clima me sedujeron, su cultura de origen celta y la herencia del imperio romano que se perciben a simple vista me impresionan, y provocan en mi ese respeto que merece quien cuida sus valores, venera sus tradiciones y se respeta a sí mismo, como lo que en este caso es: Herederos de Occidente.
Llegué a Galicia, tierra fértil, tierra de gente noble y trabajadora, tierra de clima duro por momentos, clima que influye en el carácter de sus habitantes, duros, pero de gran corazón y buenos valores, lugar donde espero  encontrar esa vida y esa paz que todo hombre de bien merece.
Hay momentos en los cuales el ser humano elije sabiamente sus batallas.
Opté por escoger la mía: la búsqueda de una vida, una vida nueva y llena de cosas dignas para ser vividas. Busqué una vida que mi país de origen me niega.
Si pudiera definir mi vida en dos conceptos, estos serían Voluntad de Poder y Voluntad de Vivir. Por lo pronto, opté por vivir.
Jorge Rojas Riera
Ex Prisionero Político de Chávez
@Jrr473


26/5/2017