Estas líneas no pretenden ser un análisis exhaustivo, ni una tesis de estudio.
Es tan sólo mi visión sobre el Medio Oriente actual, sin tomar partido formal por ningún actor.
Pero quienes me conocen, están al tanto de esa sana costumbre que defiendo, llamada por algunos "islamofobia".
Es tan enredada e intrincada la interconexión entre los actores de todos los conflictos en Medio Oriente que mientras unas facciones de Hezbolla, Isis y Al Qaeda son exterminadas en Israel-Líbano, las mismas representaciones son las que tienen en jaque a Al Assad en Siria, formal aliado de Rusia.
El caso de Turquía es más curioso: aliado de China y Rusia, miembro de los Brics, a Erdoğan siempre le da morbo masacrar Kurdos donde quiera que éstos aun estén, siendo fiel a esa tradición islamo otomana. Erdoğan apoya a los enemigos de Israel y Siria, siendo estos elementos unos proxy de Iran, aliado tambien de Rusia y China.
Erdoğan juega para su bando, Putin para el suyo, y lo que también es una constante es esa enfermiza relación amor-odio entre Erdoğan y Putin.
Muchos análisis sobre Medio Oriente chocan ante una realidad: son siglos de luchas tribales donde actualmente se dividen dos grandes grupos: Sunies y Chiitas, se odian a muerte, y al mismo tiempo, en algunos lugares dentro y fuera de su zona natural de influencia, son estrechos aliados.
Después me dicen que la política es lineal y obedece a una visión sencilla y llana.
Jorge Rojas Riera