El chavismo aunque se vista de
oposición, siempre será comunismo
En los
últimos años en Venezuela, es indudable el hecho que el socialismo, en sus
diversas y todas nocivas variables, ha permeado todas las estructuras de la
sociedad. Todo este proceso de destrucción se ha visto de manera acelerada
desde el año 1998 hasta el presente. Y no es casualidad. Desde la Conferencia
Comunista de Bruselas de 1927 en la cual tomó parte Gustavo Machado, se
dictaron las líneas a seguir para convertir a Venezuela en la caja chica y
cabeza de playa del comunismo internacional. Luego, las diferentes intentonas
de la izquierda por llegar formalmente al poder, desde los tiempos de la
Generación del 28, grandes pilares del comunismo, todas tuvieron como objetivo
seguir los dictados, primero del Politburó de Stalin y luego de Fidel Castro, y
arrodillar a Venezuela ante el marxismo internacionalista. Primero por la vía armada,
la mano de Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez, Douglas Bravo, Alberto
Carnevale, Alí Rodriguez Araque, los Soto Rojas y una cantidad inmensa de
guerrilleros traidores a la Patria a quienes les fue otorgada, gracias a un
grupo grande de intelectuales ideológicamente cómplices, un aura romántica de
“luchadores por la Libertad” cuyo fin era castrarla instaurando el comunismo a
punta de fusil.
Como todo
virus, como toda infección propia de las sociedades, el comunismo mutó y cambió
su estrategia, llegar al poder por vía electoral. Para ello se valieron de
gobiernos social demócratas y social cristianos asesorados y dirigidos ambos por
comunistas reformistas y ortodoxos,
cuyos programas de gobierno y medios de propaganda fueron implantando
inadvertidamente en la psiquis y conciencia del venezolano promedio el culto al
facilismo, a la inmoralidad, al deshonestidad, la impunidad y la mediocridad y
su producto fue Hugo Chávez y ese infame
chiripero del MAS que apoyo a ese comunista burgués llamado Rafael Caldera y
que posteriormente, en parte, fue el MVR y ahora el Psuv. La otra parte de ese
movimiento al socialismo simplemente le hizo “oposición” a la Tiranía
calificándola como democracia, avalando y legitimando la destrucción la misma.
No hay diferencia entre perros y tucanes, aunque vestidos de naranja, todos son
marxistas.
Y así
llegamos a este 2014, año en el cual en apariencia, el país toma algo de
conciencia sobre el problema ideológico, y se comienzan a escuchar nuevas
voces. Lastimosamente, algunas de las mismas son descendientes ideológicos de
esos comunistas que tanto daño le han hecho a Venezuela. Tenemos a este
personaje llamado Julio Coco, un
muchacho que no ve con malos ojos
la presencia de cubanos en nuestra Patria y quizás por ello aplaudió cuando
Capriles les ofreció cedula de identidad y nacionalidad venezolana a quienes
han sido parte activa de ese método de espionaje y control social ideado por
los Castro y aplaudido por los pioneritos llamado las Misiones.
Este
elemento comunista, pleno de retórica barata y dialéctica decadente, formado
por Bandera Roja en la ideología marxista leninista, partido dirigido por Gabriel
Puerta Aponte, una de las principales fichas históricas de Fidel Castro y de
donde salieron otras joyas del marxismo como Carlos Melo y Elías Jaua, no es
muy diferente a otros exponentes de Causa R, partido obrerista de corte
troskista, que durante el año 1992 en la oportunidad de la fundación del infame
Foro de Sao Paulo envió a Pablo Medina en su representación en lugar de Froilán
Barrios, orden expresa de Fidel a uno de sus principales embajadores en
Venezuela desde siempre, Alí Rodriguez Araque, y de donde sale el actual
presidente de “Fedeñangaras” llamado Jorge Roig, que aplaude cada vez que
Maduro amaga con suavizar algunos controles ya que los socialistas adoran la
economía controlada.
Lo que
resulta sin dudas ridículo y nocivo a la vez es elevar y aplaudir a exponentes
de esa ideología criminal llamada comunismo y pretender que estos sean los heraldos de una lucha de corte ideológico contra una tiranía
comunista. Sin dudas es ridículo, incoherente y sobre todo cómplice.
Por todo
ello, el comunismo aunque se vista de oposición, siempre será chavismo. En
Latinoamérica, lo admitan o no, todos los caminos del socialismo desembocan en
Fidel Castro.
Al día de
hoy, nuevas voces emergen planteando una alternativa válida y coherente desde el
punto de vista ideológico para enrumbar el País, apelando al legítimo, pétreo
e inmanente Derecho
Natural a la Rebelión contra la Tiranía. Los invito a escuchar ese mensaje que
nos da luces y herramientas. Hay que terminar de erradicar este cáncer
ideológico que nos mantiene encadenados a la esclavitud si realmente queremos
Libertad.
31/08/14
Jorge
Rojas Riera
C.I.
11307974
Ex Preso
Político de Hugo Chávez